martes, 13 de diciembre de 2011

Putrefacción.

Últimamente
Me ronda este pensamiento
Que este país
Ha retrocedido
4 0 5 décadas
y que todo el
avance social
los buenos sentimientos de
una persona hacia otra
se han borrado
y se han reemplazado por la
vieja
intolerancia de siempre.

Más que nunca
Tenemos
Egoístas ansias de poder
Desprecio por el
Débil
El viejo
El pobre
El desvalido.

Estamos reemplazando necesidad con
Guerra
Salvación con
Esclavitud.

Hemos desperdiciado
Los logros
Nos hemos deteriorado
Deprisa.

Tenemos nuestra Bomba
Es nuestro miedo
Nuestra vergüenza
Y nuestra condena

Ahora
Se ha apoderado de nosotros
Algo tan triste
Que nos deja
Sin aliento
Y ni siquiera podemos
Llorar.


C.Bukowski.

miércoles, 7 de diciembre de 2011

FUCK.

Qué me den? que os den a vosotros!que le den a esta maldita ciudad!
Que le den a los negros del locutorio del final de mi calle! que le den a los ucranianos que desguazan coches de lujo cerca de mi casa! que le den al chino con su audi Q7! que le den a las viejas que se quejan de los inmigrantes! que le den a los fascistas que hacen apología de su patriotismo los domingos en el fútbol!que le den a la globalización!que le den a los americanos, a su puta prepotencia e ignorancia! que le den a los musculitos de gimnasio que se la chupan en los parques! a las calientapollas que pierden su dignidad por una copa!que le den a las gordas ricachonas con sus bolsos de gucci, ríen y miran por encima del hombro mientras sus maridos se follan a su asistenta dominicana!Que le den ala policía corrupta y a los matones y descerebrados que se esconden bajo un uniforme!que le den a los acomplejados que maltratan en cubierta!que le den a los curas que abusan y profesan fé, al infierno con vosotros!que le den a la televisión!tenéis el poder de cambiar, de abrir las mentes y las llenáis de basura inmunda!que le den a la publicidad!que le den a Occidente!que le den a los fundamentalistas islámicos!que le den a todo aquel que se lucra a costa del vecino!que le den al "todo el mundo lo hace"!que le den al conocimiento, a día de hoy el progreso viene acompañado de bombas!que le den a la razón!que le den al corazón!que le den al sistema!que le den al racismo!que le den a la intolerancia!Que os den a todos!

domingo, 27 de noviembre de 2011

La verdadera y más real historia de Mr. Hollywood.

Yo era un chico normal. 

Mi novia, Tiffany, era la jefa de las animadoras. Mientras, yo gozaba de una buena reputación como capitán quarterback del equipo de fútbol. Un día algo me picó o yo qué coño sé, una radiación o un accidente, y ná... superpoderes. El caso es que a partir de entonces tuve que compaginar mi vida de ciudadano honorable durante el día, con mi identidad secreta de justiciero por la noche. 

Una mañana iba, como de costumbre, a parar a una mafia narcotraficante mexicana y a un grupo islamista radical que querían atentar contra la declaración de independencia y cuando los tenía a tiro, recordé el día en que mi padre no me vino a ver a aquel partido de béisbol y también de aquella chica, Daisy, que me dejo plantado en el baile, cuando aquel tipo tan gracioso, Mike, había saboteado el ponche. Empecé a beber y me convertí en un desecho social. América le echaba la culpa de aquel atentado al superhéroe que nunca apareció, y yo, desalentado vivía en la penumbra de mi oscura habitación. 

Sin embargo una noche conocí a una chica. Hice una apuesta con mis amigos, asegurándoles que iba a poder ligármela: total que lo conseguí. Pero me enamoré y se enteró de lo de mi apuesta. Tuvimos una pelea enorme, no la vería nunca más porque había aceptado un empleo y se marchaba al día siguiente. Viajaba a Nueva York o a Chicago, no recuerdo muy bien... tuve que recorrer media ciudad, no os imagináis los atascos y ni un solo taxi libre. Así que le compre a un chico su bici por 50 pavos. Monté hasta que un policía me paró y me dijo "Eh chico, si vas como un loco solo conseguirás matarte" Yo le expliqué la situación y me subió al coche. Poniendo las luces llegamos al aeropuerto. Me recorrí a la carrera toda la terminal, suerte que había una banda sonora que avecinaba que todo acabaría bien. Y así fue, una frase, un beso y fundido en negro.

Ahora vivo en las afueras de Missouri, en un pueblecito tranquilo, esperando feliz el día que me toque marchar de este mundo para soltar alguna frase inteligente y bien preparada o alguna palabra misteriosa entre jadeos, con el último aliento, que suponga el inicio de una nueva gran aventura.

viernes, 25 de noviembre de 2011

K.

El horror es también mirarse a uno mismo y verse que no es uno, sino muchos. Pero todos ellos, son yos, son idénticos. Que uno está poblado de sí mismo. Superpoblado de sí mismo.

domingo, 6 de noviembre de 2011

Piense...

...con moderación, o sin ella. No nos vamos a poner restrictivos viendo cómo está el patio. Piense, señorita o caballero lector, y preocúpese también de lo que no viene en el Marca. Piense, si lo desea, sin siquiera poner freno a sus abstracciones mentales, porque en esta carrera de la ignorancia contra la razón tienen que ganar el sentido común y no los bíceps.
Buenas tardes.

Fotografía: www.Artcoup.com

jueves, 3 de noviembre de 2011

Naranjas que son cebollas.

La ciencia avanza, a mejor o peor es cuestión opinable, “quién sabe a dónde vamos a llegar” diría cualquier anciano preocupado por el devenir del mundo. No resultaría extraño si un día nos dicen que en cualquier invernadero, de los que cubren la tierra creando mares de plata como el de Almería, han creado una nueva fruta: “La naranja-cebolla”.

Pues veréis, os confío el secreto: he encontrado una de esas en mi casa.

Iba a probar el nuevo exprimidor, supongo que será de IKEA como todo lo que se compra últimamente en mi casa, que en vista de las futuras elecciones no está del todo mal cuando tenga que emigrar a Suecia, ya sea por Erasmus o porque este país tan nuestro de toros, azahar y paella se haya ido definitivamente a la mierda.

En lo que estaba, probando el exprimidor desconocía la capacidad de estas nuevas frutas para evocar recuerdos. Y os cuento, como un PowerPoint de los programas de cocina:

- Coge unas naranjas (tantas como zumo desees).
- Córtalas por la mitad con un cuchillo.
- Enchufa el exprimidor.

Hasta ahí todo se puede parecer al procedimiento con el que se tratan las naranjas normales.

Pero en el momento de hacer girar el exprimidor, es como exprimir cebollas, cebollas que citan lágrimas y agitan  recuerdos. Vinieron de momento, más intensos y reales que una visión con LSD.

Cualquier mañana durante el curso, unos 10 años atrás, con el uniforme verde de algodón o de la tela que sean los polos del colegio, del mismo que contó mis entradas y salidas durante 14 años, los pantalones, cortos o largos, color azul marino apoyados en una silla de mi cocina con el hilo musical del motor de una máquina mucho más antigua que las creadas en macrotiendas suecas, esperando con el tazón de cereales delante (al que nunca he llamado de cereales sino “de crispis”) y sus manos de toda una vida agotando cada gajo, cada gota de jugo, para llenar un vaso, como cada mañana.

Extractos de naranja que se toman al momento “para no perder sus propiedades”, si vives con una persona de 80 años lo sabes. Igual que la insistencia con la que hay que ponerse el chaquetón cada mañana, aunque el cálido clima sevillano diga lo contrario.

La esencia de una fruta y de repente estaba allí. Donde siempre estuvo, en su cocina, en mi cocina, conmigo midiendo la mitad cuando aun miraba hacia arriba para encontrar sus ojos, su pelo canoso, su alma plena de energía incansable, madrugones a las 6 de la mañana para hacer de comer y poner en funcionamiento una casa entera.

El zumo estaba delicioso. Tamizado con cariño para evitar la pulpa, como cada mañana, como un ritual, como rutina de un vínculo que permite que hoy, sin importar la hora que sea, la edad o la talla que tenga y de que haga unos meses desde que te fuiste, vuelvas a estar conmigo durante este eterno instante.

lunes, 24 de octubre de 2011

Su consumición, gracias.

 

Vender tu alma. Siempre hay un momento en que apetece hacerlo. Al placer de una noche, al hedonismo más descerebrado, al sexo embriagado de alcohol o drogas que se apropian de ella pagando un buen precio.

En este mundo de enloquecidas luces que te atraviesan flasheando lo real, falseando cada instante, entre miradas extrañas en un lugar oscuro, una noche cualquiera, conversaciones desprotegidas de todo argumento que roce el pensamiento profundo y reflexivo. Delicado decidir. Complicado proponerse recuperar tu alma.

Difícil saber por qué la dejaste ir, cuánto tiempo te llevará recuperarla o si te cansarás en el trayecto dejándola una vez más vagar a su gusto, serpenteando entre mareas sudorosas y despreocupadas, entrecerrando los ojos en busca de miradas lascivas de presas nocturnas que den paso al mismo vacío constante.

Dejar de consumir carne para empezar a disfrutarla.

domingo, 25 de septiembre de 2011

El robo.

Para robo el que me hicieron a mí. No sé ni cómo, pero ocurrió. Ella se fue, y de paso se llevó mi cordura. Ahora me quedan un par de relojes que casi no uso, un cactus que se muere no sé si por poca agua o por demasiada agua (yo a estas putas plantas nunca las he entendido, joder), llaves de candados que ya no existen y muchísimos aparatos: aparatos inservibles que se pasan el día haciendo ruidos incomprensibles y estridentes, y que se podrían haber ido antes que ella, a la que echo bastante de menos.

Y con ella me refiero a mi cordura. La otra está bien donde quiera que esté. No me acabo de acostumbrar a que me roben.


sábado, 3 de septiembre de 2011

K.

Igual ya es hora.

Igual ya es hora de dejar de soñar, de dejar los ideales a un lado y someterme al poder de lo productivo.

Igual ya es hora de dejar de pensar, de leer y criticar y someterme a los folletines diarios que narcotizan a mis compañeros.

Igual ya es hora de dejar de perder el tiempo en mujeres y someterme al poder de una sola.

Igual ya es hora de dejar de escribir y decir tonterías y someterme a los vaivenes de la cerveza.

domingo, 28 de agosto de 2011

Que nadie quiere ser viejo

Cuando nos hacemos viejos, el rostro se nos arruga, el pelo se vuelve blanco, se cae y llevamos dientes postizos. Vemos mal, oímos peor, nos tiemblan las manos, nos duelen los huesos, nos cuesta andar e incluso respirar.

Cuando somos jóvenes, y observamos desde lejos todo eso, sentimos como imposible llegar a ese momento, algunos aseguran preferir no vivirlo antes que verse en esas condiciones. Despreocupados, nos creemos invencibles y pensamos que esto siempre será Jauja.

Con el pelo emblanquecido, la mente falla, las piernas fallan, y muchas veces sentimos que nuestros mayores son como grandes niños arrugados, gruñones y soberbios, que no darán su brazo a torcer y cuyo mundo no va a dejar de girar en la dirección y ritmo al que están acostumbrados.

Cuando eres viejo, la experiencia y los años se entremezclan. Podemos hablar de cosas que hace más de medio siglo dejaron de ocurrir, como si fuese el titular de la portada cualquier diario de esa misma mañana.

Nuestras historias se repiten, pero nos empeñamos en contarlas hasta el final, indagando continuamente en los mismos detalles, aquellos que hace muchos años, y sin saber bien por qué, quedaron registrados en nuestra mente quedándose ahí guardados, quietecitos, hasta que nos vayamos de este mundo.

Nuestros mayores han sobrevivido a guerras, revoluciones, educaciones demasiado estrictas o demasiado desatendidas, enfermedades y avances tecnológicos que han modificado la forma de tratar con la realidad tan vertiginosamente, que ha sido imposible para muchos ir más allá de comprender lo que es un teléfono, televisión o radio si es que han tenido la suerte de llegar a entender el por qué y para qué de alguno de estos.

Qué decir de internet… 

Les sorprenden muchas cosas del mundo ante las cuales nosotros estamos vacunados desde chicos, vemos como normales y hemos asimilado sentados frente a un aparato de televisión.

Respeto.

A aquellos que han estado aquí antes que nosotros, que han hecho posible que existamos, que han cambiado nuestras vidas, que han permitido que vivamos sin complicaciones, con su esfuerzo, con su trabajo, que han sufrido y han llorado por todos los que ya se les fueron. Que nos han educado. Herencia eterna y gratuita que hace de nosotros personas únicas. Aprendamos todo lo que nos pueden enseñar y cuidemos de ellos como hicieron cuando no levantábamos ni un palmo del suelo y no podíamos valernos por nosotros mismos.

Una lágrima en su mejilla y se apagó el cerillo de su vida.
No te olvides de estar allí pendiente de todos.

HeTenidoDiasMejores Blog 

domingo, 7 de agosto de 2011

Libros y otras subjetividades varias.

Iba a decir que me contaron, pero estaría mintiendo si no admito que en cierta ocasión fui yo el que se inventó, algo que suelo hacer a menudo y por lo cual no me avergüenzo, la historia de dos personas que empezaron a leer un libro a la vez. Uno empezó por el principio, como la gente razonable en occidente. El otro hizo lo contrario y abordó el escrito por la contraportada, leyendo ésta a conciencia y perdiendo todo el interés consiguiente. He de imaginar sobre la marcha para darle una explicación coherente a tal cavilación estúpida, que este segundo lector debía ser árabe, o no sé: sin ánimo de ofender, lo mismo era gilipollas o el típico gracioso que se cree que puede ser bonito, memorable o digno de contar, cerveza en mano, el hecho de empezar un libro por el final… pero como esto es pura ficción, lo mismo puedo introducir dragones que tecnología futurista que hacer que parezca lógico que dos personas lean un libro (primera dificultad en nuestros días), y que lo hagan a la vez.

El caso es que comenzaron aquella tarea, siempre ardua para algunos más que para otros, de la lectura y ocurrió que coincidieron en una página. No en la mitad, porque siempre hay uno que lee más rápido que el otro, aunque sea sin enterarse bien y sólo para acabar colocándose la medallita de la velocidad punta, que no siempre es buena, en la solapa de la chaqueta de lector, disponible en su último catálogo del Círculo de lectores.

No aclararé, en vista de los recientes, o no tan recientes, acontecimientos y disputas varias entre religiones y culturas y con intención de no avivar aún más la llama de la creciente incomprensión y la falta de respeto mutuo, cuál de los dos, si el occidental o el árabe, fue el que se adelantó o el que se puso tal medalla, si es que existiera, si es que alguna vez ha habido chaquetas de lectores -aunque supongo que sí porque es tradicional ver cualquier escena de la saga de películas de Harry Potter y contemplar que su atuendo de lectura es, en ocasiones, diferente del que usa para cualquier otro menester-.

En cualquier caso, y llegados a este punto en que coincidieron ambos, se pusieron de acuerdo para no seguir leyendo porque el libro, según tengo entendido, debía ser lo que se conoce en nuestro lenguaje cotidiano como un auténtico coñazo en su sentido figurado más español y andaluz… Región, Andalucía, de la que provengo y de la que no me puedo deshacer tan fácilmente aun estando en esta difícil y abstracta labor de narrar la lectura entre personas de desconocida procedencia.

Acordaron, entonces, hacer un resumen cada uno de su fragmento de libro para el otro, y también pactaron que comenzaría el del principio a narrar su parte para que cuando éste concluyera, pudiera el lector de las últimas páginas contar su breve resumen al primero, y así tener una imagen global y completa del libro ambos dos. Supongo y creo acertar si digo ninguno de ellos logró captar con total claridad los contenidos de aquel libro una vez expuestos los resúmenes recíprocamente, más que nada porque ninguno de ellos había leído el libro entero: ninguno había tenido ese control total sobre el escrito con la facilidad de manipulación y de revisión que da el poder absoluto.

En esto que, habiendo terminado los resúmenes y ya en la fase de asunción y asentamiento de los contenidos, ambiguos para los dos, ambos cayeron en la cuenta de que, de súbito, el libro había acabado, y aunque habían esperado más de sus páginas, se mostraron sorprendidos, a veces para bien y a veces para mal, por la resolución de algunos conflictos en el cenit del argumento.

Como conclusión, y a modo de finiquito para no dar más vueltas a este asunto de la lectura, ambos llegaron al final del libro por un camino o por otro, y entendieron que, como en la vida, nadie tiene el dominio total de sus actos y que, también como en la vida, el libro había terminado para los dos y al final no se habían enterado de un carajo, como probablemente ustedes o yo al releer estos breves párrafos que les brindo desde la soledad que proporciona el jet lag en territorio ajeno.

Buenas noches y buena suerte en sus andanzas.


domingo, 17 de julio de 2011

Pastilla roja y azul.

Lo quiero todo.

Quiero todo vuestro dinero para luego quemarlo. (Me gusta el dinero)

Quiero todas vuestras bellas mujeres para luego rechazarlas. (Me encantan las mujeres guapas)

Quiero todos vuestros ferraris para luego empotrarlos. (Soy más de Bentleys y Aston Martin)

Quiero todos vuestros paraísos fiscales para luego hundirlos. (Islas Caimán en verdad mola)

Quiero todos vuestros jets privados para luego estrellarlos en vuestros bancos de Wall Street. (Me gusta viajar en avión y NY)

No quiero nada.

sábado, 25 de junio de 2011

La intolerancia del que cree tener razón.

Estoy hasta los huevos y vengo a quejarme.

Los seres humanos teníamos, muy al principio del devenir histórico, que trabajar por nosotros mismos y de una forma casi individual para conseguir todo lo que fuéramos a comer o a utilizar. Pero eso era una mamarrachada, como es natural no todos tenían las mismas habilidades para realizar las mismas actividades. Al comprender la pérdida de tiempo y esfuerzo que ello suponía, y al entender que todo ese tiempo y esfuerzo se podía invertir en otras cosas, llegó la especialización. En este proceso y como es lógico, los más fuertes se dedicaron a la caza, mientras los más listos pensaban en nuevas formas para cazar, y así sucesivamente.

Más adelante, hubo quien se preocupó por alcanzar conocimientos de elevada complicación, resolver misterios o llegar a comprender ideologías complejas. Hubo quien se partió la cara por su clase y quien partió la cara a los de su clase. Hubo quien optó por dedicarse a cuidar a su familia, y quien, al no tener familia, dedicó su tiempo a lograr el bien común, el propio, o el bien de nadie. Hubo quien cantaba y quien escribía, quien soñaba y quien actuaba. Había quien dirigía una tienda de ultramarinos y quien pasaba sus horas bajo el sol, acompañado por mulos. ¡Había de todo!

En definitiva, hubo de todo y para todos los gustos. No obstante, siempre quedó como incertidumbre en la conciencia colectiva, el saber si los gustos o las tendencias personales venían dadas por los genes, por la educación o por el ambiente. ¿Por qué la gente era como era? Y es que, en realidad, jamás podremos saber cómo sería el terrateniente si le hubiera tocado ser pastor. Y tampoco sabemos si el agricultor haría lo que el latifundista si le hubiese tocado esa suerte, ni si el súbdito hubiera sido más déspota que el más tirano de todos los reyes.

Y sigue vigente hoy todo ello. Hay quien se tira a la piscina aun sin estar llena y quien espera a que esté llena, ya de gente, para saltar.

Por eso mismo me resulta repugnante, hipócrita, infantil, ilegítimo, muy impráctico y poco beneficioso para la comunidad, el hecho de no querer entender los puntos de vista de los demás, sus inquietudes y valores. Esos mismos valores y actitudes que nosotros tendríamos de haber estado en su lugar, eso tenedlo claro. Por eso me avergüenza que, hoy, a estas alturas, no seamos capaces, ni siquiera nosotros, de saber tolerar verdaderamente a los demás.

Es, para mí, incomprensible, que todavía hoy estemos discutiendo a grito pelao por banalidades sin importancia, en vez de ser sinceros con nosotros mismos, aceptar nuestras debilidades, nuestra pequeñez y comprender que somos personas, no máquinas, no férreos aparatos, no dioses ni señores en trono. Parece mentira que haya que recordar que nuestra realidad sólo forma una pequeña parte del enorme elenco de realidades que coexisten en el mundo. Y el no aceptar o intentar comprender las demás, o asumir la realidad propia como la única y verdadera, como la doctrina unívoca y certera, como el mandato y legado de la gran verdad me suena más a fanatismo que a razón.

Esta vez sí tiraré la primera piedra. Y espero que dé, de lleno, sobre la cabeza de aquellos que la tienen cerrada para que así se abra. Que no me intenten convencer con argumentos rebuscados una falta de tacto y de miramientos, de cariño y comprensión. Por la falta de empatía que caracteriza a este mundo de mierda nos va como nos va. Y merecidos serán los castigos desproporcionados y sin motivo, a aquellos que no supieron escuchar el punto de vista del que nació a su lado. Por muy puros, sinceros y razonables que sean los puntos de vista, pierden su credibilidad en el momento en que no se aceptan nuevas perspectivas.

Y sí, claro que todo esto va por ti, porque ¡¡¡esto va por todos!!! Porque todos hemos nacido sin saber dónde íbamos a caer, quienes iban a ser nuestros padres y nuestros amigos, y todos tenemos la responsabilidad de lograr un mundo mejor. ¿Pero cómo carajo lo vamos a hacer si no nos escuchamos entre nosotros? A veces pienso que sois rematadamente gilipollas. Os invito a que penséis, pero moderadamente, contrastando y tomando el mundo como un enorme conjunto de ideologías y opiniones que, si no se ponen en común, no valen de nada. Encerrarse en la propia convicción es el peor de los engaños.

Y ahora llamadme ñoño, hostia, pero que no me jodan: TODOS somos personas y tenemos corazón.

sábado, 11 de junio de 2011

El día que tiré una cuenta de banco por la ventana.

Y, yo dije, puedes tomar tus tíos y tías ricos
y abuelos y padres
y todo su asqueroso petróleo
y sus siete lagos
y sus pavos salvajes
y los búfalos
y todo el estado de Texas
queriendo decir, tu explosión de graznidos
y tus caminatas de sábado a la noche par la rambla
y tu pequeña biblioteca selecta
y tus políticos coimeros
y tus artistas intelectuales
puedes tomar todo esto
y tu periódico semanario
y tus famosos tornadas
y tus sucias inundaciones
y todos tus gatos maullantes
y tu suscripción a Life
y, nena,
refriégatelos.

martes, 7 de junio de 2011

Cálzate las bambas y vamos a bailar.

Empezarán los ritmos suaves y rotos apoderándose poco a poco de tu pie derecho, comenzarás con un suave tintineo, tu cabeza irá moviéndose hacia delante y hacia atrás asintiendo al ritmo de la canción, esto es lo que buscabas, tecno, minimal o drums and bass me da igual, moverás el cuello ahora hacia los lados, mientras tu cara se relaja y sonríes; los brazos entran en escena comienzan cada uno por su lado, poco a poco serán la batuta de tu baile, el tema va subiendo progresivamente y PAM! estallido de sonidos, flashes, luces de colores, notas la atmósfera in crescendo el dj lo sabe, es hora de subir los graves y sacar el material…

Yo iba de peregrino hasta que fui a una rave, es hora de echarse otra copa, de apretarse las bambas, quitarse la sudadera, colocarse las gafas, agitar los brazos, es hora de fiesta, de bailar, de no pensar, el mundo se acaba, esto va a reventar, es hora de darlo todo esta noche, esta mañana, ya habrá tiempo de descansar.

lunes, 6 de junio de 2011

Necesidades.

Desde el principio de los tiempos en que existimos, y que se me corrija si me equivoco, el ser humano guía su andar por el mundo intentando satisfacer las necesidades que tiene. En orden de prioridad, las que tenía en un principio (esas que eran naturales y legítimas) y, posteriormente, aquellas que se inventó para poder seguir andando. Una vez que se cubrieron todas esas necesidades verdaderas, nos seguimos quebrando la cabeza para sacar, como de una chistera improvisada, nuevas necesidades, irreales, ficticias, artificiales, a las que terminamos por dar una importancia igual que a las primeras, saltándonos, de paso, ese orden de prioridades.

Ahora que no sabemos qué inventar, ahora que lo tenemos todo o casi todo… no sabemos ni a dónde vamos, no sabemos por dónde continuar andando, no sabemos qué más contaminar, qué bosque cortar, qué más se puede fabricar en serie.

Alguien desató a la locura y ahora campa a sus anchas por la Tierra. Ella está suelta, viva y muy presente en esta humanidad que no para de inventar y producir masivamente cosas absurdas y superfluas. Al único sitio al que nos dirigimos es al precipicio medioambiental, económico, político y social más grande que nunca se ha conocido. Y espero estar bien muerto cuando llegue ese día. Aunque a este paso, probablemente me coja en la cola del paro.

Salud.


miércoles, 1 de junio de 2011

Sobre Indignaos, de Hessel

- El pueblo no debería temer a los gobernantes, los gobernantes deberían temer al pueblo
- ¿Y piensas conseguirlo haciendo saltar por los aires un edificio?
V de Vendetta


No, y tengo que añadir que no siempre he pensado así. Cuando era más joven tenía una perspectiva de la sociedad y el desarrollo mezclada entre la de W. Benjamin y Hegel, es decir, veía como pasaban los años y solo crecían las desigualdades, las catástrofes naturales azotaban a los países más indefensos, los ricos seguían teníendo el poder y los políticos eran marionetas, de la misma forma tenía fe, tenía esperanza en un cambio pero pensaba que ese cambio solo llegaría de modo violento, pues así lo demostraba la historia en las distintas insurgencias latinoamericanas, rusas y centroeuropeas.

Hoy debo decir que estaba equivocado, y no porque haya pasado nada en mi interior, sino porque así lo demuestran otros efectos prácticos. Los casos de Libia y Egipto demuestran que la vía violenta no es el camino, pues el primero está volviendo a su estado anterior y el segundo ha conseguido expulsar al malo por un bueno por conocer, sin embargo tenemos la prueba fehaciente de que la no-violencia es viable en el siglo XXI gracias a Islandia, donde mediante movimientos pacíficos han logrado un cambio de gobierno y un referendo en relación al pago de la deuda bancaria.

En definitiva, estamos ante una época de crisis, según el DRAE el término crisis significa “mutación importante en el desarrollo de otros procesos”, es decir, un cambio para bien o para mal y esto es importante. La sociedad lleva bastante tiempo aguantando el peso de un sistema que oprime y exprime al débil. A los que estamos dentro del movimiento #15m nos llaman “los indignados”, a mí me gustaría que se nos recordara como “los despertados” o incluso “los neoilustrados” ¿por qué? Simplemente por la misma razón que se da en el texto del señor Hessel, la indiferencia no es una opción, siempre hemos estado indignados, siempre nos hemos quejado, el cambio o crisis se está dando ahora porque se está actuando, se están llevando a cabo acciones y esta es la diferencia con las anteriores generaciones.

La declaración de Hessel me parece muy acertada, aunque se le pueden hacer algunas críticas. No seré yo quien intente rebatir los argumentos de un diplomático de la Resistencia Francesa, pero creo que habría que matizar algunos conceptos en su discurso.
Como he comentado antes veo que la sociedad del siglo XXI ya está indignada, más que nunca somos conscientes de lo que sucede en todos los lugares del mundo gracias a las redes sociales y a las facilidades que nos proporcionan las distintas herramientas de Internet, el problema es y repito la actuación.

Dice Sartre “somos responsables en tanto individuos” y no le falta razón, cada uno de nosotros tiene el deber y la obligación de procurar un desarrollo hacia la libertad y la felicidad así como la negación de cualquier sistema opresor, pero para ello es necesario que todos esos individuos tomen conciencia de su importancia individual para poder aplicarla a un conjunto ahora sí, indignado.

Acierta Hessel en afirmar que los motivos para la indignación varían según qué época, en la actualidad parece que nos toca luchar contra el capitalismo y los bancos así como la primacía de lo colectivo a lo particular como se expone en el texto Indignaos de Hessel, aun así podemos estar seguro que viejos combatientes como el citado autor compartirá nuestra indignación y nos dotará del suficiente apoyo y herramientas que estén a su alcance para poder materializar lo que nuestros antepasados no vivieron para que nuestros descendientes lo disfruten.

sábado, 28 de mayo de 2011

Algo que tenía por ahí


Ya 83 minutos pensando y más de 100 vueltas en la cama.

Con sangre en los tobillos es bastante difícil llegar a la puerta, eso es. No estaría mal saber hasta cuando vas a estar refugiándote entre pétalos siendo otoño, aunque sé que te gusta jugar y no perder, te excita.

Pienso que no te mereces que me causes insomnio, y mucho menos que te dedique dos líneas, pero yo me siento bien, soy así de egoísta, ya lo sabes.

Mi valentía al buscar la paloma en cuevas que tú dominas no hace más que reforzar la idea de que aún guardo sábanas blancas para resguardarme de tu indiferencia, aunque ya sabemos que tu indiferencia es cuestionable.

Otra vuelta en la cama y más minutos, escribir en el móvil empeora la situación.

Quieres y puedes y ahí queda la cosa... al menos ya sabes que no me gusta estar donde no quieren que yo esté y que le estás poniendo parches al infierno por orgullo, porque te excita el juego.
Me queda el consuelo de tu raciocinio, te alejas demasiado, justo al límite, pero el elástico o se rompe o vuelve a su forma original... y en ese punto tú ya no tienes el control.

No sé si estoy loco o ya me he desangrado, no me noto los pies, así que buena señal, supongo.

miércoles, 25 de mayo de 2011

Breve teoría sobre el paso del tiempo.

Las personas, supongo, vienen y van de nuestras minúsculas vidas respondiendo a la naturaleza de fugaz tránsito y continuo movimiento del ser humano y del mundo, recordándonos que no debemos aferrarnos y resucitar de manera deliberada y adulterada un pasado, por definición, muerto, sino ser testigos del devenir de la historia social que nos corresponda y vivir por y para un presente placentero y un futuro estable. Y así, la gente aparece y se presenta en nuestra vida con una situación bajo el brazo, un momento, un estado de ánimo. Y se esfuman de la misma forma que vinieron, llevándose (algunas más, otras menos) parte de esas situaciones, de esas historias, de esos sentimientos. De esta manera, y sólo aceptando que las situaciones cambian más rápido que las personas, podemos vivir en una verdadera paz o en algo que, por lo menos, no se convierta en una guerra contra nosotros mismos. Por todo esto, he de suponer que estar continuamente variando y aceptando el cambio es, paradójicamente, la única forma de estabilidad. Si se me permite, para terminar, la metáfora naval, tengo que decir que anclarse a veces significa encallar, mientras que navegar significa, casi siempre, mantenerse en pie.



miércoles, 18 de mayo de 2011

¡Que arda Troya!

¿Cansado de ver en la televisión a subnormales acomodados y defensores a ultranza de valores y medidas que por su visión caciqueña les impide salir de su rancho y no ver a qué están contribuyendo con sus posturas?

La política sana es necesaria para nuestro sistema, pero partiendo de la base de que nuestro sistema esta descompensado y podrido todo lo que brote de ahí estará colocado sobre un castillo de naipes, no dudo de la existencia de políticos comprometidos y de gente que se mete en política para ayudar a las personas, es inviable que existan tantos malfollados en este mundo, pero yo no sé qué pasa si es que hace años que todos se fueron a vivir a comunas hippies por la alpujarra granadina a fumar yerba o si en algún momento de ese orden jerárquico de partidos los valores de avances sociales se vieron mermados por cheques en blanco emitidos por vampiros con cara de Shell, Bp,Wal Mart, General Motors, Toyota, Philips, Microsoft... no le ha entrado un spam de publicidad, tan solo he citado alguna de las multinacionales más importantes del mundo, nuestro queridos dirigentes reales, por los que nos regimos y por los que guerras como las de Irak y etc etc etc etc etc tienen sentido, pero ese es otro tema, no podemos echarle toda la culpa a los “forasteros” decir que los españoles no hacen nada, que son unos mandados de las políticas neoliberales; quiero pensar que los políticos españoles hacen algo más que arreglar la acera de enfrente de mi casa, que bailamos al son del capital extranjero si, correcto, pero algo podríamos hacer al respecto, ¿salir a la calle y protestar? Lo apoyo, ¿quemar unos cuantos coches y un par de bancos? Lo veo y subo cuatro, pero la concienciación hay que empezarla desde adentro, yo incluido, saber que el euromillón no nos va a tocar y no vamos a poder escapar a las Bahamas y quitarnos de problemas, que hay que luchar primero con uno mismo, porque si seguimos atentos a “los Manolos” de Cuatro, a la princesa del pueblo, o a las romerías y ferias antes de que nos demos cuenta estaremos trabajando por 2 euros la hora para unos señores que ya no serán guiris exhaustos del sofocón de un agosto cualquiera a las cuatro de la tarde por Sevilla, estaremos trabajando para unos señores con ojos rasgados llamados May-Ling, Wong, Su Ling... y aún estamos a tiempo, aún hay esperanzas, construyamos un caballo y hagamos las paces con nuestros opresores y cuando piensen que ya estamos alienados y robotizados, haremos que ardan! Y seguiremos siendo españolitos de siesta, tapas, playas y olé! Porque sabed que esos privilegios serán mermados queridos niños y niñas. Pensad con moderación sí, pero al menos pensad en algo! Concienciaros!