sábado, 11 de junio de 2011

El día que tiré una cuenta de banco por la ventana.

Y, yo dije, puedes tomar tus tíos y tías ricos
y abuelos y padres
y todo su asqueroso petróleo
y sus siete lagos
y sus pavos salvajes
y los búfalos
y todo el estado de Texas
queriendo decir, tu explosión de graznidos
y tus caminatas de sábado a la noche par la rambla
y tu pequeña biblioteca selecta
y tus políticos coimeros
y tus artistas intelectuales
puedes tomar todo esto
y tu periódico semanario
y tus famosos tornadas
y tus sucias inundaciones
y todos tus gatos maullantes
y tu suscripción a Life
y, nena,
refriégatelos.

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