sábado, 28 de mayo de 2011
Algo que tenía por ahí
Ya 83 minutos pensando y más de 100 vueltas en la cama.
Con sangre en los tobillos es bastante difícil llegar a la puerta, eso es. No estaría mal saber hasta cuando vas a estar refugiándote entre pétalos siendo otoño, aunque sé que te gusta jugar y no perder, te excita.
Pienso que no te mereces que me causes insomnio, y mucho menos que te dedique dos líneas, pero yo me siento bien, soy así de egoísta, ya lo sabes.
Mi valentía al buscar la paloma en cuevas que tú dominas no hace más que reforzar la idea de que aún guardo sábanas blancas para resguardarme de tu indiferencia, aunque ya sabemos que tu indiferencia es cuestionable.
Otra vuelta en la cama y más minutos, escribir en el móvil empeora la situación.
Quieres y puedes y ahí queda la cosa... al menos ya sabes que no me gusta estar donde no quieren que yo esté y que le estás poniendo parches al infierno por orgullo, porque te excita el juego.
Me queda el consuelo de tu raciocinio, te alejas demasiado, justo al límite, pero el elástico o se rompe o vuelve a su forma original... y en ese punto tú ya no tienes el control.
No sé si estoy loco o ya me he desangrado, no me noto los pies, así que buena señal, supongo.
miércoles, 25 de mayo de 2011
Breve teoría sobre el paso del tiempo.
Las personas, supongo, vienen y van de nuestras minúsculas vidas respondiendo a la naturaleza de fugaz tránsito y continuo movimiento del ser humano y del mundo, recordándonos que no debemos aferrarnos y resucitar de manera deliberada y adulterada un pasado, por definición, muerto, sino ser testigos del devenir de la historia social que nos corresponda y vivir por y para un presente placentero y un futuro estable. Y así, la gente aparece y se presenta en nuestra vida con una situación bajo el brazo, un momento, un estado de ánimo. Y se esfuman de la misma forma que vinieron, llevándose (algunas más, otras menos) parte de esas situaciones, de esas historias, de esos sentimientos. De esta manera, y sólo aceptando que las situaciones cambian más rápido que las personas, podemos vivir en una verdadera paz o en algo que, por lo menos, no se convierta en una guerra contra nosotros mismos. Por todo esto, he de suponer que estar continuamente variando y aceptando el cambio es, paradójicamente, la única forma de estabilidad. Si se me permite, para terminar, la metáfora naval, tengo que decir que anclarse a veces significa encallar, mientras que navegar significa, casi siempre, mantenerse en pie.
miércoles, 18 de mayo de 2011
¡Que arda Troya!
¿Cansado de ver en la televisión a subnormales acomodados y defensores a ultranza de valores y medidas que por su visión caciqueña les impide salir de su rancho y no ver a qué están contribuyendo con sus posturas?
La política sana es necesaria para nuestro sistema, pero partiendo de la base de que nuestro sistema esta descompensado y podrido todo lo que brote de ahí estará colocado sobre un castillo de naipes, no dudo de la existencia de políticos comprometidos y de gente que se mete en política para ayudar a las personas, es inviable que existan tantos malfollados en este mundo, pero yo no sé qué pasa si es que hace años que todos se fueron a vivir a comunas hippies por la alpujarra granadina a fumar yerba o si en algún momento de ese orden jerárquico de partidos los valores de avances sociales se vieron mermados por cheques en blanco emitidos por vampiros con cara de Shell, Bp,Wal Mart, General Motors, Toyota, Philips, Microsoft... no le ha entrado un spam de publicidad, tan solo he citado alguna de las multinacionales más importantes del mundo, nuestro queridos dirigentes reales, por los que nos regimos y por los que guerras como las de Irak y etc etc etc etc etc tienen sentido, pero ese es otro tema, no podemos echarle toda la culpa a los “forasteros” decir que los españoles no hacen nada, que son unos mandados de las políticas neoliberales; quiero pensar que los políticos españoles hacen algo más que arreglar la acera de enfrente de mi casa, que bailamos al son del capital extranjero si, correcto, pero algo podríamos hacer al respecto, ¿salir a la calle y protestar? Lo apoyo, ¿quemar unos cuantos coches y un par de bancos? Lo veo y subo cuatro, pero la concienciación hay que empezarla desde adentro, yo incluido, saber que el euromillón no nos va a tocar y no vamos a poder escapar a las Bahamas y quitarnos de problemas, que hay que luchar primero con uno mismo, porque si seguimos atentos a “los Manolos” de Cuatro, a la princesa del pueblo, o a las romerías y ferias antes de que nos demos cuenta estaremos trabajando por 2 euros la hora para unos señores que ya no serán guiris exhaustos del sofocón de un agosto cualquiera a las cuatro de la tarde por Sevilla, estaremos trabajando para unos señores con ojos rasgados llamados May-Ling, Wong, Su Ling... y aún estamos a tiempo, aún hay esperanzas, construyamos un caballo y hagamos las paces con nuestros opresores y cuando piensen que ya estamos alienados y robotizados, haremos que ardan! Y seguiremos siendo españolitos de siesta, tapas, playas y olé! Porque sabed que esos privilegios serán mermados queridos niños y niñas. Pensad con moderación sí, pero al menos pensad en algo! Concienciaros!
martes, 17 de mayo de 2011
En esa ocasión estaba claro.
Oh, ¡pero… si has regresado! Venga, cuéntame, ¿Cambiaste la sombra por luz allá por donde pasabas? ¿Supiste encontrar tu camino aun en la más opaca bruma? ¿Te arrepentiste lo suficiente como para no hacerlo nunca más? ¿Llevaste sobre ti la carga de tus responsabilidades? ¿Conquistaste eso por lo que empezaste a andar? ¿Lloraste y te limpiaste de la mierda que te hizo salir de aquí? ¿Te encontraste?
Ah, ¿no hiciste nada de aquello? Pues entonces, ¿se puede saber para qué cojones has vuelto?
sábado, 14 de mayo de 2011
Todo no vale (que dice mi madre)
Si estás acolchado entre cojines no vengas después a quejarte, ya habrán quemado todas las hojas de reclamaciones.
miércoles, 11 de mayo de 2011
Nubes.
No hay incógnitas, son las nubes. Que no las de algodón, para los que estén aun profesando el Miércoles de Resaca, sino esas nubes que vagan en la luz y en la penumbra, recorriendo kilómetros sin rumbo fijo, dejándose ver entre campos arados, montañas cubiertas de nieve y mares encolerizados por los viejos dioses de la mitología. Trayendo tras de sí augurios y confabulaciones de toda naturaleza, pronósticos para bien y para mal, y a veces lluvia… y otras a veces sombra. Y diferentes cosas que traen las nubes y de las que no voy a hacer mención porque considero ese tema de conocimiento general. Aunque la cháchara no acaba.
En relación con este contenido puramente meteorológico, reconozco que no me importa en absoluto de donde vengan todas esas nubes –aunque quizás sería curioso saberlo a la perfección: no admito medias tintas-, y cuando pasan tampoco dedico tiempo a pensar hacia dónde se dirigen. ¡Las tengo delante y aun así ni las miro! Caminaba bajo su silueta difuminada cuando era chico y supongo que lo seguiré haciendo durante el tiempo en que, ellas o yo, desaparezcamos entre el humo, la contaminación y el tráfico de la gran ciudad.
Y tampoco me atañe si se trata de la contaminación lumínica la que deja que, el que lo desee, pueda, aun en esta noche, disfrutar de su presencia intocable destacando entre el cielo, y de la que muchos se quejarían al no dejar ver esas minúsculas estrellas de las que tanto habla la gente –han causado sensación a lo largo de la historia, o eso se comenta en algunos círculos-.
Entrando ya en las profundidades del asunto, lo que nos traía hasta aquí es que, en mi sospecha de que a todos nos han ocurrido historias parecidas –esto es una licencia que me he tomado-, quizá alguno tenga una sensación similar a la metáfora en la que estaba manejando en mis pensamientos ahora mismo. En definitiva, y esa era la razón de todo esto, creo que a esas nubes que sobrevuelan mi vida les pasa como a mí, que no tienen ni la más remota idea de que pueda venir cualquier soplo de aire –no me meto, que debería, en si frío o cálido- que las alce hacia arriba, o de que llegue una nube más grande y más negra que las haga desvanecerse o provocar alguna ruidosa tormenta de manera violenta. O a lo mejor ellas sí que lo saben, las joías por culo.
lunes, 9 de mayo de 2011
Astiado
Ya me estoy empezando a cansar, de nuevo, de todo.
El domingo día 15 de mayo voy a la manifestación por una democracia real que sé que no va a salir en los medios y no va a tener repercusión a menos que apaleemos a dos policías, estoy estudiando en un país en el que sé que no voy a tener futuro, en verano trabajaré en una empresa que me va a explotar, luego volveré en septiembre a Sevilla para seguir estudiando una carrera que no me asegura ninguna estabilidad económica y sé que me estoy quejando en un blog que hoy por hoy no tiene la mínima repercusión.
Pero lo peor de todo no es eso, lo peor es que a la gente todo esto le da igual... "- Peor están por ahí y no se quejan", argumento demagógico-consolador bastante frecuente en boca de aquel resignado que quiso y no pudo.
Estoy harto de que estudiantes de comunicación se traguen lo que dicen en la televisión e intenten convencerme de que el que estoy equivocado soy yo, y lo que es peor, cuando intento defenderme con argumentos me llaman "obsesionado"/"revolucionario"/pongaaquísuadjetivo, por estar harto estoy harto hasta de mí que a veces no soy yo, por otra parte estoy harto de la gente que cree conocerme.
Evidentemente, esta es una publicación de consuelo, era esto o salir a la calle con el cuchillo de la cocina, lo segundo era más efectivo, de hecho lo es y no lo descarto algún día en el que no tenga Internet y no haya nadie con quien hablar, a partir de ese día podéis llamarme Ché Paco, hasta entonces seguiré haciendo el gilipollas quejándome de todo sin conseguir más que el aplauso del que me entiende y comparte mis ideas.
martes, 3 de mayo de 2011
Tripolaridad.
¿A ó B? ¿qué eres más de los Beatles o de los Rollings? ¿rubias o morenas?.
Estoy un poco cansado de que siempre me den dos opciones, ¿por las buenas o por las malas? ¿Cara o cruz?
Que anodino y aburrido se vuelve esto de la bipolaridad, quiero una tercera opción.
Blanco/Gris/Negro.
Todo/Mitad/Nada.
Razón/Polla/Corazón.
Avanzar/Estancarse/Retroceder.
Planteamiento/Nudo/Desenlace.
Amor/Follamigos/Odio.
Ello/Yo/Superyó.
Barça/Ninguno/Madrid.
Oro/Plata/Bronce.
XL/M/S.
Derecha/Centro/Izquierda.
Ayer/Hoy/Mañana.
Contribuyan a ampliar esta lista de rarezas.
lunes, 2 de mayo de 2011
Osama Ben Laden y otras criaturitas.
¿Pero dónde?
Los auténticos hombres buenos, no se dedican a derribar edificios llenos de inocentes, por supuesto que no. No dedican su inteligencia y su capacidad científica y conocimiento del mundo a hacer el mal. No fanatizan pueblos y los conducen a un aprendizaje de miedo y odio, para luchar contra “el enemigo”. No se toman la justicia por cuenta propia y van aniquilando todo lo que se interpone a sus metas. No tienen como fin último el beneficio particular sin tener en cuenta centenares, miles o millones de vidas de inocentes.
Por eso, el gobierno de la primera potencia mundial de occidente o USA, no está formada por hombres buenos.
Dudo de que siquiera podamos hallar a uno solo, pues no se encuentran fácilmente rosas en mitad del desierto. Pero no los conozco a todos, solo podemos juzgar las decisiones que toman, y estos superhéroes han tenido por bien matar a uno de los mayores terroristas de la historia.
Descanse en paz el hijo de puta de Ben Laden y hagamos de este mundo un lugar donde la venganza, el odio y el rencor no solo tengan cavidad, sino que sean el motor que impulsa y dirige a millones de personas en el mundo a levantarse cada día. Siendo respaldada por nuestras democracias, líderes y formas de vida ejemplares.
Preciosos valores para poder transmitir y hacer llegar a la opinión pública de occidente y de esta forman pervivan en la memoria durante generaciones.
Y mientras la labor de todos estos hombres sea detestar y castigar al prójimo. Mientras podamos odiar ¿Por qué vamos a perder el tiempo en amarnos o respetarnos?
Asesinos todos. Terroristas todos. “Él me había pegado antes” y que este mundo sea un gran patio de colegio, donde hace ya tiempo los docentes nos abandonaron para que campásemos a nuestras anchas.