lunes, 25 de abril de 2011

Argumento de autoridad por cojones

Resulta muy habitual en nuestros días, e históricamente se repite al parecer –aunque vete tú a saber -, la insana actitud de pelearnos entre nosotros y de intentar imponer nuestros criterios a cualquiera, sin escuchar, sin tener en cuenta más que el beneficio personal o particular nuestro. Algo así como vivir haciendo o actuando al más puro estilo libre, aunque eso signifique considerar como inferiores las necesidades o deseos de los demás.

El problema de vivir según el dictado de los cojones, y que se me perdone la explicitud, es que son los cojones, y no precisamente los nuestros, los que han gobernado siempre el mundo, llevándonos a guerras, diferencias, exclusión, egoísmo, pobreza y avaricia. Y son esos mismos […] los que, mediante un constante ejercicio de vulgares y pobres argumentos de autoridad y de supremacía del poderoso sobre el vasallo, del fuerte sobre el débil, han puesto los puntos y aparte cuando tuvo que haber alguien que continuara la frase.

El problema que –y atentos porque esto es una bomba anatómica, que no atómica- traen de la mano los cojones, y vuelvo a pedir perdón si algún colectivo se siente discriminado o apartado en algún momento, es que los cojones nunca son dos, sino millones. Y seguir, como religión o con veneración y único principio, a esos cojones implica aceptar que siempre, siempre, siempre va a haber unos cojones más grandes que los nuestros. No parece que sea una buena apuesta.

A mí también se me apetece hacer y decir siempre lo que quiero, pero ese ambiente de libertad sin miramientos, del derecho propio como santo y seña, de no mirar hacia el lado aunque el que es igual se caiga, de pasar por la vida con el yo en la boca, de no aceptar el mundo como un lugar para compartir en vez de para imponer, no me va. Y perdónenme que les diga, pero no me sale de los cojones poner mis cojones encima de la mesa antes de hablar.




domingo, 24 de abril de 2011

Psicoanálisis.

El equilibrio de fuerzas para que una persona sea moralmente comedida, razonable y madura.

El superyó; el perro policía institucionalizado movido por la ley, lo “correcto”, la conciencia moral de las conductas aprobadas, “lo que se debe hacer”, contrario al “laissez faire” liberal; orden, control, vigilar y castigar, no dar la nota, no destaques, borreguismo absoluto en pro de normas impuestas, somos nuestro peor enemigo, nosotros mismos juzgamos, nos auto encarcelamos, nos volvemos grises, homogéneos, difuminados…

El yo; el equilibrio, el que regula la balanza; el jodido término medio de Aristóteles, es el moderador que tenemos en la cabeza consciente que vela porque nos mantengamos en la realidad; un aburrimiento si se impone de forma permanente a lo demás, las idas y venidas del inconsciente hacen que el yo cobre protagonismo y se imponga, la paz espiritual…

El ello; apología total del hedonismo, la parte más primitiva, lo innato, los impulsos irracionales que nos recuerdan que estamos vivos, nuestro motor de pensamiento y comportamiento; aquello que quieres y deseas, la mayoría de veces caemos en trivialidades y somos objeto de la superficialidad y la alienación del placer inmediato y fácil, es complicado y te trae muchos quebraderos de cabeza ese impulso incontrolable(por lo menos a mí) que hace que no pienses, solo actúes cual homoerectus sin razonamiento alguno movido por una fuerza indomable que hace que sientas todo como un torrente de energía y fluya y se apodere de ti; es positivo si sabes controlarlo porque agiliza mucho en lo referente a la indecisión e inconformismo de ciertas situaciones; aunque a mí que soy más de actúa, arrasa y luego pide perdón últimamente me trae demasiados remordimientos (gracias superyó).

Mi conclusión es Hakuna Matata, vive y deja vivir, vive y sé feliz; no seas el juez de nadie e intenta no martirizarte mucho, que la vida son dos días y medio, uno lo pasamos perdiendo el tiempo en tonterías y en intentar echar un polvo, el otro pensando en lo que querríamos hacer y arrepintiéndonos de cosas que hemos hecho, y el otro medio lo pasamos durmiendo.

Como decía un artista callejero que conocí en Londres;
Total Fucking destroy this shit!

jueves, 21 de abril de 2011

Fragmentos.

Me gustaría dedicar esta entrada a que comentáramos los siguientes fragmentos de dos de mis películas favoritas: "El club de la lucha" y "V de Vendetta".

Quisiera saber vuestro punto de vista/opinión.

Danke.



"Veo mucho potencial, pero está desperdiciado. Toda una generación trabajando en gasolineras, sirviendo mesas, o siendo esclavos oficinistas.La publicidad nos hace desear coches y ropas, tenemos empleos que odiamos para comprar mierda que no necesitamos. Somos los hijos malditos de la historia, desarraigados y sin objetivos, no hemos sufrido una gran guerra, ni una depresión. Nuestra guerra es la guerra espiritual, nuestra gran depresión es nuestra vida. Crecimos con la televisión que nos hizo creer que algún día seríamos millonarios, dioses del cine, o estrellas del rock. Pero no lo seremos, y poco a poco lo entendemos, lo que hace que estemos muy cabreados". (El club de la lucha)




"Mientras pueda utilizarse la fuerza, ¿para qué el dialogo? Sin embargo, las palabras siempre conservarán su poder, las palabras hacen posible que algo cobre significado, y si se escuchan, enuncian la verdad"
[...]
"La anarquía es la ausencia de líderes, no la ausencia de orden. La anarquía conlleva una época de Ordnung, de orden verdaderamente voluntario. Esta época de Ordnung (orden) comenzará cuando concluya el loco e incoherente ciclo de Verwirrun(confusión) que vivimos. Esto no es la anarquía, es el caos".( V de Vendetta)

domingo, 17 de abril de 2011

Una semana diferente

Entre las paredes de una iglesia se esconden reliquias de madera talladas por grandes artesanos que serán sacadas a la calle en procesión. Expuestas al gran público entre miradas de devoción, admiración, incomprensión, indiferencia e incluso repulsa, rechazo y odio.

La mirada desde el interior de un capirote, cuando el sudor pega el cartón a tu frente y la tela apenas te deja respirar a nada que la temperatura acompañe, te eleva a una situación de superioridad, más que de penitente.

Nadie conoce tu rostro y tú puedes mirarlos a todos, observarlos sin reparo, desde una posición más que privilegiada.

La gente se viste con sus mejores galas, se disponen a salir en masa a la calle, se arreglan, se repeinan, llenan de perfumes sus cuerpos. Salen, disfrutan del buen tiempo, de las vacaciones, de unas cervecitas con los amigos. Conversaciones y cornetas de fondo.

Pocos reparan en el sentido religioso de la fiesta. Solo lo más rancio de Sevilla, cuyo olor es más fuerte que el propio incienso, marca el paso entre "la bulla" y sus distinguidas patillas se apresuran fervientes por ver en cada esquina a su Cristo y a su (no tan) Virgen.

Las miradas atónitas y embobadas que ven bailar a los pasos se intercalan con aquellos que hacen su vida diaria, que relegan de la fiesta: van al trabajo, abren sus negocios o van a comprar el pan…

Desde el más creyente hasta la última pandilla de quinceañeros se detienen hombro con hombro para vislumbrar y ceder el paso a las imágenes.Pacientemente esperan el transcurrir de los cientos y miles de hermanos que se ocultan portando cirios que llenan de cera hirviendo sus manos o cruces cuyo peso seguirán notando al día siguiente, desamparadas sus bocas ante cualquier lamentación.

La Semana Santa no es una fiesta al gusto de todos, es una tradición.

Como tal, llena la ciudad de aconteceres nauseabundos. Como acción humana está colmada de imperfecciones, injusticias e intereses. No deja de ser un negocio todo aquello de lo que se saca dinero, y esta fiesta no iba a ser menos.

No por ello, pesando y mucho la gran putrefacción de arcaicas formas de ser y actuar, y primando tantas veces apariencias e hipocresías sociales varias, quitaría yo del calendario la Semana donde toda mi ciudad tiene un toque distinto, pueda o no gustarnos.

No me emociona como a un cofrade el crujir de los pasos de madera, ni el canto de una saeta desde un balcón. Ni siento la penitencia de igual forma que el que anduvo descalzo durante horas por las calles de mi ciudad o el que se juega su cuello para llevar a hombros su fe bajo una manta donde se apilan hombres sudorosos.

Pero llego a entenderlo, sin caer en el simplismo de no querer ver más allá de los materiales ya que madera, cera e incienso, son algo más en estas fechas.

Respetar y comprender. Sin la necesidad de compartir cada uno de los dogmas de esta fiesta y sin ser devoto de cada movimiento que realiza un nazareno, llego a encontrar algún punto positivo.

Pues está llena la Semana Santa de cosas bellas, tanto estética como espiritualmente. Y no todo en la religión es el negocio del Pontífice y sus lacayos. Y cubre las calles de amor, respeto y unión. Pues no son las santas escrituras sino en las manos de los hombres y sujetas a su interpretación, donde se corrompen; y los buenos ideales dan pie al beneficio de unos pocos.

Sé bien que no puedo romper con todo lo que aprendí, vi y mamé donde nací, pues aunque me pueda producir contradicciones forma parte de mí. La siento como mía.

Y a pesar de todo lo pernicioso que hay en ella, no seré yo, quién cambie a un Cristo tallado hace siglos por un partido de la superbowl.

jueves, 14 de abril de 2011

Feliz 14 de Abril.


Aun habiendo varias teorías al respecto -que haberlas debe haberlas, y si no a ver a qué hemos dedicado el tiempo en estos diezmil últimos años-, a mí que me registren: yo nací sin saber nada, como todo el mundo. Tampoco elegí dónde nacer, ni de qué color iba a ser mi pelo, ni quienes iban a ser mis padres. Ni siquiera elegí el nombre por el que todos me conocen hoy. Se puede decir que llegué a esta vida de novato.

No todo el mundo, y ahí empezó a diferenciarse mi vida de otras muchas, pudo ir a la escuela. Los que tuvimos suerte de recibir una educación sabemos que, ya desde chiquititos, nos enseñaron a compartir, nos inculcaron la idea de que todos éramos iguales (o que "teníamos que serlo", mal empezábamos), que todos teníamos los mismos derechos y los mismos deberes, aunque hubiera quien se llevaba su bocadillo para el recreo y se comía el de los demás también.

En fin, a medida que fui creciendo, los palos, las injusticias y las diferencias establecidas, normalizadas e institucionalizadas fueron haciéndome entender que casi todo lo que aprendí en la escuela a nivel social, a nivel de compañerismo, a nivel de principios básicos sobre la convivencia igualitaria y pacífica no servía para nada en el mundo real, era todo una maravillosa utopía inventada, una teoría, unas enseñanzas condenadas a morir en el desengaño de la sociedad real.

Olvidé, a base de darme cuenta una y otra vez, que todos los hombres y mujeres tuviéramos las mismas posibilidades, porque era mentira. Olvidé que todos tuviéramos las mismas obligaciones, porque eso también era mentira. Olvidé, además, el significado de justicia al hablar de sociedad, de derechos, de oportunidades y de economía, porque la justicia abandonó esos lugares hace muchísimo tiempo (quizás estuvo muy pocas veces por allí).

No contentos con hacerme olvidar todos los ideales que ellos mismos me enseñaron, hoy intentan convencerme de que, al pasar el rey -nuestro rey, ese al que nosotros hemos elegido, al que hemos votado de entre los varios candidatos que había- hemos de hacer una reverencia, mostrar respeto, agachar la cabeza y dar gracias por disfrutar de su presencia y de su labor diplomática... Intentan convencerme de que tengo que mostrarme agradecido por estar bajo una bandera que yo no he pintado y bajo una corona cuyo concepto parece querer recordarme cada día que no soy más que un siervo, una prolongación, un súbdito, un ser inferior a cualquiera de los de la Familia Real.

El problema surge, a mi entender, cuando la contradicción es tan clara y flagrante que queda comprobada con demasiada facilidad, cuando me han enseñado a respetar las reglas que ellos se saltan, cuando tenemos que pagar entre todos un yate en Mayorca al que nunca podremos subir.

Las mentiras con corbata o corona siguen siendo mentiras, y a veces me pregunto si realmente es necesario, en 2011 -parece mentira y absurdo a estas alturas- seguir hablando de monarquías y reyes, cuando "monarquía" tenía que ser una palabra olvidada y desaparecida de los diccionarios de todo el mundo.

Las coronas están llenas de sangre, de injusticias y de mentiras. Todos nacimos iguales y, espero que pronto para ellos, todos acabamos igual.

Feliz 14 de Abril.

miércoles, 13 de abril de 2011

BrainstorminG.

Hoy sin que sirva de precedente y por ser el primer escrito voy a salirme de la estructura trazada y escribir al puro estilo pistolero del impulso desmedido.

Ruido-gente-masa-luces-colores-naranja-sol-playa-relax-arena-texturas-sensaciones-sentimientos-percepciones-tacto-meditar-pensar-fluir-respirar-expirar-sonreir-smile-always-viajar-avión-aire-soledad-free-gratis-libre-words-mirar-visual-cultura-hedonismo-glamour-extra-cool-bipolar-bisexual-be water-be happy-ganja-palpitaciones-shit-control-school-street-life-live!-sombras-reflejos-realidad simulada-TV-agenda setting-escapar-waves-girls- sex-american express-miami-london-experience-daft punk-marketing-consumo-BA.DA.BOOM-dance-feedback-burroughs- senses-oil-octopus-mind-ra´a-capitalism-fuck fuck fuck- watch-graffiti-monkey-rave-hell-mescalina-foucault-vigilar/castigar-sound-jazz-insanity-dark-69-stop-god save the queen-rocknrolla-brain-lips-eyes-tú-tetas-impulsos-comer-peace-biceps-mohamed ali-fuckin in the heaven-beer-attack-KANTERO.


Es curioso como en unas pocas palabras más o menos inconexas, se puede resumir la forma de percibir y ver de una persona,animal o cosa.

Porque algunas veces lo mejor es dejarse llevar y no pensar, para todo lo demás:
Piense con moderación.

STOP... GO!


Párese un minuto.
En la ducha, sentado en el wáter, de camino al trabajo, en el autobús, mientras pasea, donde quiera que sea.
¿Hacia dónde va? ¿Qué es de su vida? ¿Qué pretende sacar de todo esto? ¿Es feliz? ¿Hasta dónde desea llegar? …
¿Qué hace ahí parado? ¡Vamos, continúe! ¿O es que se quiere pasar la vida pensando, olvidándose de vivir? 
Aligera el paso, sé activo, haz muchas cosas, todo lo que te propongas, repasa la lista, no dejes nada en el tintero y ni se te ocurra dejar de lado aquello que deseas para ti y los demás. Haz uso de todos los maravillosos ideales que utilizarías para hacer de este mundo un lugar donde pasar con más gloria que pena (atacando al refranero) unos días.
¿O es que crees que tu vida va a ser más que eso? Por favor,
Piense con moderación.

martes, 12 de abril de 2011

Just in time

Presente

"Se dice del tiempo en que actualmente está alguien cuando refiere algo." [RAE]

Es precisamente ahora cuando estamos frente a frente tu conciencia y la mía a ver cual de las dos es capaz de doblegar a la otra.

Te informan, te saturan es la nueva Era
Espera tu futuro en casa, tranqui no te muevas
Juega limpio con los grandes y así no te sublevas
¿Martes, lunes, viernes? Es la misma mierda
No hay más de tres dígitos en tu cuenta bancaria
Cerveza y fútbol es híbrido para llegar a la euforia
¿Qué dices, Revolución? No me cuentes historias
Raza aria encontró insana mente contraria

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Te encierras en tu cuarto a disfrutar de Bukowski
Siente la amarga libertad del saber y no poder cambiar
La abstracta felicidad de sentirte pleno en tu sofá
Vas más allá de palabras sin rendirte jamás
El cansancio no aparece si crees en la verdad
Ve despacio no te estreses y lucha sin piedad
Contra sucios burgueses y contra su capital
Con tu fuerza y la de todos caeremos la postmodernidad

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Elige bien qué haces con tu tiempo, o lo que es lo mismo, piensa con moderación (yo es que soy menos educado)

He de suponer que...

...si es por empezar, alguien tenía que hacerlo aunque eso signifique, en algunos momentos de la vida, jugársela y ser el primero en cruzar el puente de madera que, sobre un infinito y aterrador acantilado con cocodrilos y pirañas hambrientas en el fondo, separa lo convencional de lo extraordinario, lo clásico de lo nuevo, el ayer del hoy.

Y no soy yo, sino nosotros, los que cruzamos hoy ese pasadizo aun a riesgo de quedar proscritos por los que abogan por el mantenimiento en el tiempo del mismo status-quo, del mismo mundo con los mismos problemas y las mismas soluciones. No soy yo, sino nosotros, los que traemos la verdad -nuestra verdad, que lo sigue siendo- para que seáis vosotros los que también tengáis cabida y participación en este pequeño rincón de libertad creativa dentro del inabarcable espacio de lo 2.0.

Quizás el grito desesperado de la juventud sea lo que nos mueve hoy a presentarnos, aunque puede que surja como contestación al pesado yugo de lo social, a la injusticia mundial, a la tediosa y adictiva pasividad intelectual impuesta por las nuevas formas de entretenimiento interactivo o al simple gusto por el arte.

Puede que sean muchas cosas por las que nos situamos en la tarima hoy ante vosotros, pero no son los motivos, sino los hechos, los que os harán quedaros atónitos frente a la infranqueable, implacable, seductora e irrepetible presencia de estos cuatro pesos pesados del género opinativo.

Bienvenidos a Piense con Moderación.