sábado, 14 de mayo de 2011

Todo no vale (que dice mi madre)

Hombres de otra época.

Hubo un tiempo en que los hombres creían en ellos mismos encontrando motivos para luchar.
En aquellos años la epidemia del pensamiento por hacer del mundo un lugar más justo infectó a estas pobres gentes. Dicha enfermedad no tiende a curarse en aquellos que la adquieren, pero por suerte, tras décadas de vacunaciones nuestra generación está curada.

Hoy día el ser humano solo es extraordinario en un anuncio publicitario dentro de una caja cuadrada, - que cada vez son más planas -. Malas artes y brujería que muestran un mundo parcial e irreal al que de poco sirve siquiera aspirar, basta con soñar con él y sentir aprecio por aquellos que consiguen vivir como en un videoclip sintiendo que habremos fallado en algo si no somos nosotros los que lo hemos conseguido.

Nuestros derechos y nuestros deberes.

La gente piensa que tiene el deber de ir al gimnasio y muscularse hasta la extenuación, alzar su pelo al cielo en forma de cubo, tatuarse el cuerpo, ganar dinero, tener un coche y una casa de revista y trabajar lo menos posible dentro de su ocupación. Por supuesto, y si fuere posible, ni siquiera tener que trabajar ni tener ocupación alguna.

No seré yo quien diga que no me atrae el mundo fácil, despreocupado y hedonista, que no me gustaría creerme todo lo que veo en la televisión, no tener que preocuparme más que por mi ropa, mi música, mis fiestas, mi coche, mi novia, lo mío y mi 'yo'. Pero es que no es momento de preocuparse solo por disfrutar.

Indiscutiblemente pensar es una putada, una bonita putada que se nos ofrece desde que nuestros padres nos enseñan a hablar y nos educan en este mundo.
A partir de ese momento, gente con suerte tiende a no hacerlo, porque de manera natural es algo que no surge en su vida. Otros desgraciados se ven abocados a tener que lidiar con ello y plantearse cosas, demasiadas cosas, en el transcurrir de nuestra vida diaria.

Vagos resquicios de un pasado que ya debería estar extinguido. La batalla que consumismo, capitalismo y conformismo y las formas de vida y “pensamiento” que proponen no han terminado por aniquilar las malas costumbres del pasado, de la razón y del hombre que lucha por ser libre.

Manzanas  rojas y manzanas podridas.

Si la manzana está podrida habrá que cambiarla, no importa cómo de bonita pareciese esa manzana en un primer momento, si no sirve, hay que tirarla. Encontraremos manzanas mejores.

No son pocos los que prefieren tener la cesta llena de manzanas podridas, buceando en la nostalgia de lo bellas que eran y el buen sabor que prometían. Prefieren tener algo que sienten como suyo y que no sirve, a crear y conseguir algo mejor, algo útil que podrá ser incluso más bello. Temerosos de no encontrar otras como ellas.

Levántate y anda.

IKEA vende sillones muy cómodos y si los hemos pagado ¿Por qué no vamos a poder quedarnos sentados en la seguridad de nuestras casas?

Citando a Sartre a través de Hessel “Sois responsables en tanto que individuos”.
Nadie va a hacer de este mundo nada sino empezamos por levantarnos cada uno de nosotros. 

Si estás acolchado entre cojines no vengas después a quejarte, ya habrán quemado todas las hojas de reclamaciones.

No hay comentarios:

Publicar un comentario